SAIC, el principal afectado, ya ha solicitado una audiencia ante la Comisión Europea para discutir las nuevas tasas que se mantendrían como provisionales hasta el próximo 3 de noviembre.
El día llegó. El pasado 4 de julio entraron en vigor las tasas arancelarias impuestas por la Unión Europea a los vehículos eléctricos chinos o de origen chino. Así se pone fin a nueve meses de investigación por parte de la Comisión Europea en relación a los subsidios otorgados por el Gobierno a sus fabricantes locales y la sentencia no ha podido ser más clara: imponer un arancel del 37,6% al fabricante SAIC y que se suma al 10% ya existente para las importaciones, lo que implica que el propietario de MG contará con un arancel de casi el 48%.
Una ‘sanción’ que se debe, según la Comisión, a la falta de cooperación en la investigación tanto de la firma como del propio Gobierno chino y que justifica la diferencia existente con otros fabricantes como BYD o Geely que finalmente se enfrentarán a una tasa del 17,4 y 19,9%, respectivamente.
Pide audiencia
Lógicamente, al ser el principal afectado, SAIC Motor ha solicitado una audiencia ante las autoridades de la Comisión Europea para discutir con los representantes comerciales del Ejecutivo de Úrsula Von der Leyen el futuro de la política arancelaria comunitaria y los gravámenes aplicados a la importación de vehículos eléctricos procedentes del gigante asiático. "La Comisión Europea ha pasado por alto parte de la información y los contraargumentos presentados por SAIC Motor durante las investigaciones", tal y como declaró el fabricante estatal en un comunicado el pasado viernes.
Otras tecnologías afectadas
De vuelta a los aranceles, según el informe de la Unión Europea estos se aplican a los automóviles que estén “impulsados únicamente por uno o más motores eléctricos, incluidos aquellos con un extensor de autonomía de combustión interna”, lo que implica que los eléctricos de autonomía extendida se verán igualmente afectados. Todo lo contrario que los híbridos enchufables, que parecen haber salvado incluso pese a que sus baterías ya les permitan recorrer casi un centenar de kilómetros sin encender el motor de gasolina.
En relación a las baterías, las UE concluyó que Pekín “ha establecido un sistema de control y seguimiento claro y constante de los precios de las baterías y sus costos para garantizar que la industria de los vehículos eléctricos pueda obtenerlos a precios baratos y en cantidades suficientes”.
Posibles cambios de estrategia
Dicho lo cual, los aranceles provisionales recién aprobados se mantendrán en vigor hasta el próximo 3 de noviembre, fecha en la que la UE podría imponerlos de manera permanente. Es lógico pensar que hasta que llegue ese momento haya varios enfrentamientos entre los fabricantes y los gobiernos, pero lo que evidente es que muchas de estas marcas puede que establezcan nuevas estrategias comerciales, sobre todo en relación a lanzamientos, precios y posibles planes de producción en Europa, como ha sido el caso reciente de Xpeng, que confirmó la pasada semana que estaba considerando dicha opción. Por último, otro escenario plausible es aquel en el que Pekín pueda establecer sus propios aranceles a los vehículos europeos como represalia, circunstancia que afectaría a marcas como BMW o Mercedes-Benz, entre otros.
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