China y Norteamérica tiran del carro eléctrico mundial

El objetivo es que para 2030 la movilidad de los principales territorios del planeta sea casi 100% eléctrica. Determinadas regiones del mundo, como la europea, así lo han ido dejando caer en los últimos tiempos, confirmando por ejemplo que para 2035 solo se comercializarán vehículos sin emisiones contaminantes, mientras que otras como la norteamericana está ahora a la espera de saber qué medidas adoptará su nuevo presidente, Donald Trump. Si bien el marco actual es de completa inestabilidad socio-económica, la realidad es que las ventas de coches eléctricos subieron en todo el planeta durante el pasado mes de octubre.

Acorde a los datos presentados por Rho Motion, las matriculaciones de este tipo de coches se incrementaron en nada menos que un 35% durante el décimo mes de octubre, apoyándose principalmente en mercados como el norteamericano (EEUU y Canadá) o el chino. De hecho, solo en el gigante asiático se registraron 1,2 millones de ventas, mientras que en América del Norte el incremento fue del 11%, el mismo que se dio en el resto del mundo. Por su parte, aunque en Europa la mejora fue de solo el 0,8%, el cómputo de ventas superó a EEUU con 260.000 unidades frente a las 160.000 del otro lado del charco. Así, pese al retroceso del 14% en comparación con el mes de septiembre, las estimaciones comerciales hablan de un final de año bastante positivo para la región ya que tanto noviembre como diciembre suelen ser meses positivos para este tipo de ventas. En cuanto al resto del mundo, el apoyo del mercado chino sigue tornándose como crucial ya que “no muestra signos de desaceleración” tal y como confirman desde Rho Motion.

La vista puesta en 2025

La incertidumbre llega más a la hora de valorar cómo se comportará el mercado europeo en 2025 pues hay que recordar que a partir del próximo 1 de enero entra en vigor la nueva normativa de emisiones impuesta para los fabricantes. La misma que reduce la media de emisiones de CO2 de los 106,6 g/km actuales hasta los 93 g/km, incluyendo igualmente el mercado de los comerciales. Un fuerte descenso para el que muchas marcas no están preparadas, obligándoles a tener que pagar fuertes multas si se pasan de ese límite, así como a tener que reducir sus gamas de vehículos de combustión y aumentar la tasa de venta de modelos tanto electrificados como con enchufe (ya sean phev o eléctricos) para no tener que hacer frente a esas sanciones. Una medida que si bien podría incrementar el precio de los coches con motores de combustión, quizá acabe reduciendo la tarifa de los completamente eléctricos para conseguir que los clientes pongan sus ojos en ellos, situación que no haría sino mejorar los datos de ventas marcados hasta el momento.