Un estudio de la Fundació València Clima i Energia y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) analiza las necesidades de las personas que sufren pobreza energética y revela que el coste de la luz condiciona la alimentación y las rutinas de las familias.
La vida social, la alimentación o la hora de la ducha son algunas de las rutinas que se ven afectadas por la situación de pobreza energética, según cuatro trabajos académicos realizados en el marco de una colaboración entre Valencia Clima i Energia, fundación del Ayuntamiento de Valencia, y el Máster Universitario de Cooperación al Desarrollo de la UPV con el apoyo de la Cátedra de Transición Energética Urbana de la UPV.
Los trabajos han analizado en profundidad cómo afecta la situación de vulnerabilidad energética a seis familias de la ciudad de Valencia.
El coste de la luz
En todos los casos, las familias han manifestado que la dificultad para hacer frente a las facturas de la luz condiciona el tipo de alimentos que seleccionan para su dieta o el hecho de que compren más platos ya cocinados para no gastar energía en el hogar.
Asimismo, esta situación afecta a su vida social, pues, según afirman, reciben menos visitas de familiares o amigos y trasladan los planes fuera de casa para reducir los gastos dentro del hogar.
Para el concejal de Mejora Climática y Transición Energética, Carlos Mundina, "la colaboración con las instituciones académicas es básica para el desarrollo de la investigación y un eje de trabajo prioritario para el Ayuntamiento de Valencia".
"En este caso, desde la Fundació València Clima i Energia junto con los investigadores de Ingenio, queremos conocer mejor el problema de la pobreza energética en la ciudad para diseñar ir ampliando las políticas que nos permitan erradicarla". añade.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios