La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) ha abogado por un marco retributivo "estable y garantista" que permita, entre otros, una inversión "coherente" en redes eléctricas para "dar cabida" a la creciente demanda eléctrica y no perderla "por el camino".
Según sus datos, sólo conectando industria, puertos e infraestructura de recarga del vehículo eléctrico, la demanda eléctrica se incrementaría un 50%, lo que redundaría, además, en un beneficio económico para los consumidores pues, de cumplirse este escenario, su factura se reduciría en torno a un 3% al año.
Así lo ha manifestado la directora de Regulación de Aelec, Marta Castro, durante su comparecencia ante la Comisión de Transición Ecológica del Senado, donde se ha remitido a las peticiones de acceso y conexión del último ejercicio para defender que "hay un gran apetito" por la electrificación.
A tenor de los números que maneja la asociación, en 2024 se registraron solicitudes por un total de 67 gigavatios (GW). De ellas, se concedieron en torno a 6 GW, mientras que más de 27 GW continúan en tramitación y 33 GW fueron rechazados, principalmente, por falta de capacidad de la red eléctrica.
"Los datos son bastante escandalosos", ha sostenido Castro, que ha insistido en que España tiene una serie de ventajas clave respecto a otros países de la Unión Europea, como el sol, el viento y su extensión territorial, que harían factible la electrificación de la demanda, eso sí, con un nivel "coherente" de inversión.
La demanda eléctrica
Dejando de lado las iniciativas de centros de datos, almacenamiento e hidrógeno, Aelec, de la que forman parte Iberdrola, Endesa y EDP, estima que la demanda eléctrica española subiría un 50% de conectar proyectos maduros como son los industriales, de puertos y los de infraestructura de recarga del vehículo eléctrico.
La incorporación de esta demanda, que se conecta a peajes de acceso y conexión con un alto nivel de facturación, beneficiaría, asimismo, al consumidor. Y es que su recibo incluye, no sólo el consumo, sino también unos costes fijos -como ajustes del sistema, cargos y, precisamente, peajes- a repartir entre más usuarios.
En concreto, "las inversiones para atender la demanda que está solicitando acceso y conexión a la red de distribución, habilitando su electrificación, redundará en una bajada de la factura media de los consumidores cercana al 3% a 2030", conforme la presentación exhibida ante la Comisión.
Más allá del factor económico, Castro ha destacado otros "beneficios" de adecuar las redes a la transición energética actual, como una mayor integración o aprovechamiento de la producción renovable y un crecimiento económico "más resiliente" gracias a una industria sostenible y más competitiva.
A ello se suman los medioambientales, como reducir las emisiones, mejorar la calidad de vida pero, sobre todo, responder adecuadamente a los impactos adversos de posibles fenómenos climáticos extremos.
En este punto, se ha referido a la DANA que afectó el pasado 29 de octubre a la provincia de Valencia, donde "en menos de 24 horas, el suministro eléctrico ya estaba reestablecido", frente a otros como "el agua, las telecomunicaciones y el gas".
"Hemos demostrado mayor resiliencia y debemos seguir apostando por tener unas redes robustas que nos garanticen una efecto llamada de la industria", ha añadido.
Por ello, Aelec considera "imprescindible" electrificar la demanda de energía final, máxime teniendo en cuenta los cada vez "más ambiciosos" objetivos de descarbonización. Sin embargo, para que esto ocurra hacen falta unas redes con capacidad suficiente y "bien gestionada, resilientes y digitalizadas".
Desde su perspectiva, ordenar el procedimiento de solicitudes, optimizar el uso de la red existente y contar con un modelo retributivo competitivo que promueva las inversiones son las principales palancas regulatorias que el sector necesita para agilizar la concesión de la demanda.
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