En la cara B del álbum “Made in Europe” de la mítica banda de rock Deep Purple se encuentra el tema "You Fool No One" - No engañas a nadie-. Es el momento de que los europeos no nos dejemos engañar y entendamos que el objetivo de descarbonización debe ir acompañado de un verdadero desarrollo industrial en Europa. Solo así recuperaremos el papel de liderazgo mundial que, como bien afirma Draghi en su informe, hemos perdido.
El Reglamento 2024/1735, el famoso NZIA, establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de fabricación de tecnologías de cero emisiones netas, sentando las bases para fortalecer la industria europea y toda su cadena de valor. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, ha llegado el momento de “La cara B del NZIA”.
La legislatura de la “Implementación”
Escuchaba decir el otro día a Maria Andres, Directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, que esta iba a ser la legislatura de la implementación, donde los actos delegados que desarrollan los reglamentos europeos cobrarían especial protagonismo.
Es el caso del NZIA, este prevé en su articulado la elaboración de una serie de actos delegados y de ejecución que serán tan importantes o incluso más que el propio Reglamento. Los más relevantes serán los que se deriven del Capítulo IV de Acceso a los Mercados y que serán los encargados de intentar promover el “Made in Europe Sostenible”.
Solo una industria europea fuerte garantizará una Unión Europea resiliente
La RAE define resiliencia como la “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. El ser vivo es ahora la Unión Europea y, como dice Draghi en su informe, nuestra dependencia se está transformando en nuestra mayor vulnerabilidad frente a la perturbadora situación geopolítica mundial.
El primer acto de ejecución del NZIA será el encargado de identificar qué componentes son relevantes a la hora de evaluar la contribución a la resiliencia de un determinado proyecto que opte a contratación pública o subastas de renovables en la UE. Es previsible que la Comisión incluya en ese listado los componentes para los cuales la UE tiene un riesgo de dependencia de terceros países, lo cual representa una amenaza para el despliegue de las renovables y nuestra autonomía energética.
Es el caso de las estructuras de montaje y trackers para solar que, aunque parezcan una tecnología sencilla, son componentes esenciales de la cadena de suministro de varios tipos de tecnologías solares, incluidas la solar fotovoltaica, la solar térmica, los sistemas de energía solar concentrada, etc. Dada su función estructural y tecnológica, desempeñan un papel clave en la determinación de la fiabilidad, el rendimiento y la sostenibilidad de estas plantas.
En los últimos años, la UE ha sufrido un aumento de las importaciones de estas estructuras y componentes de países no pertenecientes a la Unión. Estas importaciones de productos de acero se han intensificado debido a la sobrecapacidad de China que ha desbordado los mercados europeos con productos a precios de derribo contra las cuales la industria europea le cuesta competir, incluso con las actuales medidas antidumping implementadas por la UE.
El efecto tractor de los recursos públicos para lograr una cadena de valor europea y sostenible
Lamentablemente, muchos de estos productos destinados a plantas de energía renovables y que se instalan en el territorio de la Unión, son importados sin ninguna garantía de que en su proceso de fabricación se hayan cumplido unos mínimos requisitos de protección del medio ambiente o condiciones laborales dignas. Como Europeos somos responsables de que esos recursos públicos destinados a la adquisición y financiación de componentes para renovables se asignen con unos requisitos mínimos de sostenibilidad ambiental y social.
El NZIA quiere actuar en este sentido, por eso prevé también la publicación de dos actos de ejecución más de extremada relevancia, uno para las compras públicas y otro para las subastas de renovables.
El acto que abordará las compras públicas establecerá las condiciones de ejecución del contrato en materia de sostenibilidad medioambiental, social o laboral y resiliencia que deberán aplicar los Estados miembros en sus compras públicas de tecnologías de cero emisiones netas. Estas condiciones supondrán unos requisitos mínimos obligatorios para los fabricantes.
El segundo acto, que tendrá aun un mayor impacto en el mercado, hace referencia a las subastas de renovables. En él se especificarán una serie de requisitos mínimos en materia de sostenibilidad y resiliencia que deberán cumplir los proyectos de opten a estas subastas. A partir de ahí el acto establecerá una metodología de calificación del proyecto en relación con estos aspectos, que deberá ser objetiva, transparente y no discriminatoria.
Esto implicará un cambio radical del modelo de subastas ya que, a partir de ese momento, no se adjudicarán solo en base al precio ofertado sino también a una serie de criterios que tendrán que valorar, de manera cuantificable y objetiva, cómo de sostenible ha sido el proceso de fabricación de los componentes, así como como su contribución a la cadena de valor industrial europea.
Componentes de acero con garantías
Desde la ATEG ya hemos trasladado a la administración nuestras propuestas al respecto. Los sistemas de montaje y las estructuras de seguimiento deberán ser suficientemente duraderos y sin requisitos de mantenimiento durante toda la vida útil, de manera que sea posible incluso su reutilización. Si las estructuras y trackers están en buenas condiciones se podrán reutilizar in situ durante en los procesos de revamping y repowering, o incluso en otro proyecto, en una localización diferente. Normalmente esto requerirá que las especificaciones para todos los componentes de acero se refieran a la norma EN ISO 1461 garantizando una vida útil mínima de 50 años.
Adicionalmente el sector ha propuesto que los componentes se diseñen y fabriquen de forma que todas las materias primas críticas y estratégicas puedan recuperarse y reciclarse sin perder sus propiedades. Este requisito se alinea también con el nuevo Reglamento de Materias Primas Fundamentales.
Como decíamos al principio es el momento de que el objetivo de descarbonización vaya acompañado de un verdadero desarrollo industrial en Europa, de lo contrario estaremos perdiendo una oportunidad única para que la Unión Europea recupere la competitividad perdida y su papel de liderazgo mundial.
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