La transición energética en España enfrenta un reto crucial: equilibrar la oferta creciente de energías renovables con una demanda que aún no alcanza los niveles necesarios para consolidar la descarbonización. Así lo señala el estudio "Observatorio de Tendencias en el contexto de la Transición Energética", elaborado por Exolum en colaboración con Deloitte, que ha sido presentado hoy en Madrid.
El informe subraya que España cuenta con una ventaja estratégica en el proceso de descarbonización, gracias a sus abundantes recursos naturales renovables y un sector privado comprometido con el desarrollo de nuevas tecnologías. Sin embargo, destaca la necesidad de incentivar la demanda de energías limpias para garantizar la viabilidad económica de las inversiones y evitar ineficiencias en el sistema energético.
Biocombustibles y gases renovables
Uno de los puntos clave del estudio es el papel de los biocombustibles, combustibles sintéticos y gases renovables en la reducción de emisiones en sectores donde la electrificación no es una opción viable, como el transporte pesado, la aviación y la industria química. Actualmente, la penetración de estos combustibles en España aún está lejos del objetivo del 20% fijado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030.
Jorge Lanza, CEO de Exolum, destacó que "en la transición hacia una economía baja en carbono, los biocombustibles y combustibles sintéticos juegan un papel crucial. Su implantación gradual es esencial para descarbonizar sectores estratégicos y cumplir con los compromisos climáticos".
Hidrógeno verde y movilidad sostenible
El estudio también resalta el potencial de España para convertirse en un líder en la producción de hidrógeno verde, una fuente clave para la descarbonización de la industria pesada. La Comisión Europea ha identificado este vector energético como esencial para reducir las emisiones en sectores de alto consumo energético, como el acero y la química. No obstante, su desarrollo enfrenta importantes desafíos, como la necesidad de reducir costes mediante la innovación tecnológica y el despliegue de infraestructura.
El sector del transporte es uno de los más difíciles de descarbonizar, y aunque el vehículo eléctrico es una solución clave, su adopción aún enfrenta barreras. Entre ellas, el estudio menciona la falta de infraestructuras de recarga en todo el territorio nacional y las barreras administrativas que dificultan su expansión. España se ha fijado el objetivo de alcanzar los cinco millones de vehículos eléctricos en circulación para 2030, pero la aceptación del consumidor sigue siendo un reto.
Enfoque integral
El informe destaca la necesidad de un enfoque global que incluya la descarbonización de la industria, la rehabilitación de edificios, la eficiencia energética y el desarrollo del entorno rural. Asimismo, se enfatiza la importancia de políticas públicas que faciliten la inversión privada y la colaboración entre administraciones, empresas y consumidores para impulsar la demanda de energías limpias.
Víctor Marcos Morell, director general de Planificación y Coordinación Energética del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, señaló que "España tiene la oportunidad de ser pionera en la transición energética. Contamos con las condiciones geográficas y climáticas adecuadas y estamos logrando avances gracias a la inversión en energías renovables".
galan
28/03/2025