Los proyectos de almacenamiento de energía de larga duración (LDES) en todo el mundo han atraído más de 58.000 millones de dólares en compromisos asumidos por gobiernos y empresas desde 2019. Si todos estos proyectos siguieran adelante, darían lugar a la instalación de 57 gigavatios (GW) de LDES, el equivalente a tres veces la capacidad mundial de almacenamiento de energía desplegada en 2022, según el análisis de Wood Mackenzie.
El último informe de Wood Mackenzie "Long-duration energy storage report 2022", que proporciona un análisis exhaustivo de la industria mundial de LDES, incluyendo Asia Pacífico, Europa y América del Norte, ha encontrado que los proyectos que representan 30.000 millones de dólares ya están en construcción o en funcionamiento. Sin embargo, la mayoría de las tecnologías de almacenamiento de energía de larga duración son aún incipientes, y los desarrolladores tecnológicos tendrán dificultades para ampliarlas de forma rentable antes de 2030.
Kevin Shang, analista principal de investigación de Wood Mackenzie y autor principal del informe, afirma: "Para acelerar la transición energética, se utilizarán más fuentes de energía renovables para generar electricidad, pero esto a su vez plantea retos para la fiabilidad y estabilidad del sistema eléctrico. Hoy en día existen algunas soluciones tecnológicas, pero están lejos de satisfacer las necesidades energéticas de la sociedad".
"La tecnología de almacenamiento de energía de larga duración, con duraciones de 8 a 100 horas aproximadamente, es muy prometedora como solución de bajo coste para hacer posible una red con más fuentes renovables. Por eso, empresas y gobiernos han aumentado significativamente su compromiso con el mercado de los LDES", añade Shang.
La hidroeléctrica de bombeo seguirá dominando el mercado
A pesar de estos rápidos avances, las tecnologías LDES emergentes siguen enfrentándose a una lista cada vez mayor de obstáculos técnicos, financieros y comerciales para poder conseguir un mayor despliegue, reducir costes y demostrar su valor económico frente a las turbinas de gas de ciclo combinado emparejadas con captura y almacenamiento de carbono, los reactores nucleares modulares o las centrales eléctricas verdes alimentadas con hidrógeno. En la actualidad, el almacenamiento hidráulico por bombeo es la única tecnología LDES desplegada a gran escala y seguirá dominando el mercado hasta 2030.
El análisis de Wood Mackenzie muestra claras disparidades geográficas en el desarrollo del mercado de LDES. En la región de Asia-Pacífico, el despliegue de las baterías de flujo de vanadio redox y el almacenamiento de energía en aire comprimido se ha acelerado rápidamente en China, impulsado en gran medida por un fuerte apoyo político.
"Este año, hemos visto el mayor sistema de almacenamiento de energía con baterías de flujo redox del mundo, 100 megavatios (MW)/400 megavatios hora (MWh), conectado a la red en Dalian (China). La ciudad de Zhangjiakou también fue testigo de la puesta en marcha del mayor proyecto de almacenamiento de energía por aire comprimido del mundo, 100 MW/400 MWh. Desde estos hitos de la industria, todas las baterías de flujo de vanadio redox de China han entrado en la era de los GWh".
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