La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha pedido este miércoles que los países que componen la Unión Europea (UE) mejoren la coordinación de los programas de incentivos a la demanda de vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés), según publica en un comunicado.
ACEA publicó recientemente un resumen actualizado de los sistemas fiscales y de incentivos para automóviles y vehículos comerciales de cero emisiones.
En este informe explica que la mayoría de los países europeos ofrecen apoyo fiscal para estimular la adopción de coches eléctricos en el mercado, pero estos beneficios e incentivos fiscales difieren ampliamente.
Además, señala que, si bien todos los estados miembros de la UE ofrecen algún tipo de beneficio fiscal (ya sea adquisición o propiedad) para vehículos eléctricos, existe una disparidad y fragmentación significativa entre los esquemas de cada país.
Asimismo, algunos programas de incentivos a la compra se están eliminando gradualmente y ya no se ofrecen en ocho Estados miembros (en comparación con los seis del año pasado). Estos son Bulgaria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Italia, Letonia, Rumania y Eslovaquia.
Por tanto, la patronal europea de fabricantes automovilísticos indica que, dado que la adopción de vehículos eléctricos en el mercado sigue siendo deficiente, es necesario ampliar y coordinar mejor los sistemas de incentivos para vehículos eléctricos a nivel europeo.
"Hoy en día, la cuota de mercado de vehículos eléctricos se sitúa en torno al 15%, cifra que aún está lejos del 25% previsto para finales de este año", señala la directora general de ACEA, Sigrid de Vries.
De Vries añade que el mercado europeo de vehículos eléctricos aún está en desarrollo y aún no ha alcanzado "el punto de inflexión crucial para su adopción masiva. Los incentivos son un elemento clave para impulsar la demanda y alcanzar este objetivo común".
Los costes de los eléctricos
En este sentido, la asociación también apunta que, si bien la tecnología de los vehículos eléctricos continúa avanzando y existe una creciente gama de modelos con precios inferiores a 30.000 euros en el mercado (y muchos otros en desarrollo), los costes iniciales representan una barrera importante para muchos consumidores.
Los vehículos eléctricos de batería son más caros que los que usan un motor de combustión interna (ICE) en la actualidad, debido principalmente a los mayores costes de fabricación de las baterías.
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