Primera prueba del FIAT Grande Panda Electric: piensa a lo grande
Con este modelo la firma italiana no solo mantiene vigente una de sus nomenclaturas más representativas, sino que regresa a un segmento fetiche, el B. Nosotros ya hemos probado la alternativa eléctrica y estas han sido nuestras impresiones
Cuando uno se pone a enumerar los modelos históricos de FIAT y deja de lado al más emblemático, el 500, la cuenta estaría sin duda liderada por el Panda. Avalado por su dilatada trayectoria, supone la vuelta de la firma italiana a uno de los segmentos más exitosos del panorama comercial actual como es el B. Y lo hace con este Grande Panda que no solo combina las virtudes de un utilitario sino que además lo presenta con el envoltorio de moda, el de los SUV, matando así dos pájaros de un tiro. Porque una marca que ha tenido en su portfolio de productos a nombres tan icónicos como el Punto no podía estar ausente en el segmento que más proyección presenta, ausencia que ahora queda cubierta por completo.
Un coche, el Grande Panda, que además mantiene intactos los dos pilares maestros sobre los que se sostienen los últimos productos del Grupo Stellantis: electrificación y bajo coste. Porque el italiano es uno de los siete modelos que el conglomerado desarrollará bajo la plataforma Smart Car, siendo así la cuarta de las opciones ya disponibles tras los Citroën C3 (contacto) y C3 Aircoss (contacto) u Opel Frontera. Una base que, además, le permitirá ofrecer múltiples opciones de energía, incidiendo tanto en los híbridos como en los puramente eléctricos.
Aspecto retro
El aspecto recuerda mucho al del modelo original de los 80. FIAT
Antes de entrar en dicho apartado es de recibo que hablemos del excelente trabajo que han hecho los diseñadores transalpinos para dar forma a un producto que entra por los ojos. De momento no me tiembla el pulso al confirmar que de la terna de modelos lanzados bajo esta base, el Grande Panda es sin duda el más vistoso. Primero porque ha sabido mantener la esencia de aquel modelo original lanzado a comienzos de los 80 gracias al trazo del icónico Giorgio Giugiaro. Muchos son los detalles que evocan a su tatarabuelo, desde las formas cuadradas de su carrocería, hasta el patrón de los faros delanteros sin obviar un puesto de conducción sencillo pero, en este caso, adaptado a los tiempos modernos. La guinda la pone el mítico color rojo que en este Grande Panda ha sido rebautizado como Pasión y al, que se suman además del blanco otros cuatro más con curiosas nomenclaturas como Azul Lago, Bronce Lunar, Negro Cinema y Verde Acqua .
El modelo está lleno de guiños al pasado. FIAT
Todo ello envuelto en algunos otros guiños escondidos (los denominados Easter Eggs o huevos de pascua) que evocan el pasado de FIAT como es la pista del Lingoto en el propio salpicadero, el logo de cuatro rayas repartido por diferentes zonas del coche, el nombre de Panda en las puertas que recuerda al tapizado de los asientos del original o mensajes tan divertidos como un ‘Ciao’ colocado en la parte interior del portón. Además, se combina con soluciones propias del siglo XXI que también llaman la atención y en las que el protagonismo se lo lleva, sin duda, el cable de carga oculto en la calandra delantera que puede volver a guardarse en la misma zona evitando así tener los cables sueltos por el maletero.
Uno de los detalles más llamativos es el cable de carga oculto tras la calandra delantera. FIAT
Una solución extremadamente práctica y que sorprende que no haya sido empleada por otro coche con anterioridad. Tampoco se pueden dejar de mencionar las barras sobre el techo, las llantas hasta de 17 pulgadas o los pasos de rueda cuadrados y conectados a través del nombre Panda en los paneles de las puertas. Con todo, el Grande Panda hace alusión a su nombre pues hablamos de un coche que crece hasta los 3,99 metros de largo, cota que acompaña de una anchura de 1,76 metros y una altura de 1,59 metros. Dimensiones que le permitirán convivir con el que hasta ahora era el único Panda, rebautizado como Pandina y que se mantiene como elección dentro del segmento A, de los urbanos.
Interior del Grande Panda
El interior es minimalista y está muy digitalizado.FIAT
De esta forma, el habitáculo puede ahora estar configurado para cinco ocupantes aunque como es habitual en un coche de estas dimensiones, mejor van a viajar dos adultos quienes eso sí, lo harán con amplitud sobre todo en espacio para la cabeza. No obstante, los elementos de confort brillan por su ausencia y no cuentan siquiera con aireadores. Ahora bien, si hay una zona que destaca esa es la del maletero pues llega a cubicar hasta 361 litros, que es un volumen muy a tener en cuenta con el que se sitúa como uno de los más amplios de la categoría. En caso de requerir más espacio, bien puedes optar por el Grande Panda Hybrid que registra 412 litros o abatir los respaldos para obtener un hueco de 1.366 litros.
El maletero cubica unos buenos 361 litros en el eléctrico.FIAT
A ello se suma un buen número de huecos portaobjetos repartidos por un salpicadero en el que, como decimos, destaca ese perfecto equilibrio entre retro y moderno. Como en el modelo original, del que seguramente recuerdes la expresión “tienes menos detalles que el salpicadero de un Panda”, en este Grande Panda FIAT ha querido huir de elementos superfluos y para ello nos brinda un puesto de conducción ordenado y muy horizontal. Lógicamente destaca la doble pantalla de 10 pulgadas que lo preside rodeada por el comentado óvalo que rememora a la pista del Lingoto, pero nuestra vista va directamente a parar a los mandos físicos de la climatización, un rara avis en el momento actual. Más detalles hacia los que se nos va la vista: el tapizado de los asientos realizado en material reciclado, la forma achatada del volante, la despejada consola central y en el caso del acabado La Prima, el BamBOX colocado frente al copiloto realizado con fibra de bambú y que guarda una pequeña guantera.
Conducimos el eléctrico
Dinámicamente mantiene su esencia urbana. FIAT
Mecánicamente, como el resto de sus primos hermanos basados en esta plataforma, el Grande Panda podrá escogerse con la mencionada mecánica híbrida ligera de 100 CV en la que el motor eléctrico de 28 CV puede mover al conjunto de manera independiente en determinadas situaciones, reduciendo considerablemente el consumo y dotándole de la etiqueta ECO. Sin embargo, el protagonismo inicial ha ido a parar a la alternativa eléctrica que ya ha pasado por nuestras manos y de la que no hay secretos pues lo hemos conducido en la dupla del doble chevrón. En este caso el rendimiento sube a los 113 CV, mientras que la batería de 44 kWh de capacidad le permite homologar una autonomía de 320 km, pudiendo cargarse en tomas de corriente continua de 100 kW, invirtiendo 28 minutos para pasar del 10 al 80%. En alterna de serie trae la toma frontal de 7,4 kW aunque opcionalmente se puede mejorar con un cargador embarcado en la parte trasera de 11 kW.
Destaca por su eficiencia. FIAT
Si nos ceñimos a su comportamiento, el Panda mantiene ese halo urbano que siempre le ha caracterizado, escenario en el que la versión eléctrica se desenvuelve a la perfección. Cuenta con una suspensión tirando a blanda y una dirección excesivamente asistida, propias del coche metropolitano que es pero nos ha parecido que desentona menos a la hora de sacarle fuera de las calles. El motor empuja con solvencia ya que no tiene apenas que arrastrar peso pues cifra frente a la báscula poco más de 1.600 kilos, mientras que el consumo en la toma de contacto se fue a algo más de 17 kWh/100 km, asegurando un recorrido superior a los 250 km sin ir a hacer consumos. Quizá echamos en falta algún que otro programa de conducción así como varios niveles de retención en la frenada pues solo cuenta con un programa Charge. Sin embargo, en líneas generales las primeras sensaciones de conducción han sido muy satisfactorias y en nuestro imaginario ya resuena la posibilidad de que FIAT le eche valor y mantenga en la gama una versión 4x4 que seguramente termine de convencer a los más nostálgicos.
Ya disponible y a la espera del Hybrid
El Grande Panda llega apoyado por la herencia histórica sin abandoar al Pandina, que seguirá vigente de manera simultánea.FIAT
En definitiva, el regreso de la italiana al segmento B no podía haber sido orquestado de una manera más satisfactoria. Comenzando por el modelo y siguiendo por la estética para finalizar con una conducción 100% eléctrica de lo más eficiente que, eso sí, acabará de resolverse cuando lo tengamos en nuestro poder. La guinda a todo este elenco de virtudes la pone un precio que bien podría ser considerado como de derribo siempre y cuando las ayudas gubernamentales vuelvan a estar vigentes. Porque FIAT ha estipulado una tarifa de 21.500 euros con los descuentos comerciales (25.450 euros en PVP) para el nivel de acabado (RED) que ya tiene un sinfín de elementos de serie y como en el resto de FIAT tiene un fin benéfico pues parte de las ganancias se destinan a la ONG del cantante de U2, Bono. En cuanto al Grande Panda La Prima, el PVP arranca en los 28.450 euros aunque el referente en precio será el Grande Panda Hybrid que llegará en un par de meses por 15.950 euros para el acabado Icon, con descuentos (18.950 euros en PVP).
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