La Fiscalía Anticorrupción ha asegurado que el objetivo de los trabajos encargados por Repsol y CaixaBank a empresas del excomisario Villarejo más que tratar de frenar el asalto a la petrolera por parte de Pemex y Sacyr eran para obtener "el control total" del presidente de Sacyr, Luis del Rivero
En su informe de conclusiones finales, Anticorrupción ha asegurado que el excomisario "vendió su condición de policía y los responsables de Seguridad de ambas empresas lo compraron" como una especie de "policía privado", aunque posteriormente hayan querido hacer creer que nunca pensaron que estaba en activo.
Se trata del proyecto "Wine", que investiga la presunta contratación, en 2011 y 2012, de empresas de Villarejo, como Cenyt, para investigar el intento de toma de control sobre la petrolera por Sacyr y Pemex.
A lo largo de las cerca de las cuatro horas que ha durado su exposición, el fiscal César de Rivas ha explicado que Repsol y CaixaBank, que fueron eliminados de la causa, en la que sólo figuran como acusados los que fueran responsables de Seguridad de ambas empresas, acudieron a Villarejo, "que vendía su condición de policía", para obtener "el control total" de Luis del Rivero.
Repsol y Villarejo
Para el fiscal, la "agresividad" de Luis del Rivero durante los meses en los que estuvo vigente el pacto de Sacyr con Pemex para intentar hacerse con la petrolera llevó a las dos compañías a encargar a Villarejo una investigación sobre el expresidente de Sacyr cuando ya no representaba ninguna amenaza, ya que había dejado la presidencia.
Del Rivero ya había fracasado en su intento de toma de control y ya no era presidente de Sacyr, ha reiterado el fiscal, pero Repsol y CaixaBank persistieron en unos encargos que "no tenían ninguna relación con otros presuntos actores internacionales", como grandes compañías rusas o chinas que presuntamente pudieron estar interesadas en Repsol.
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