La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea (CE) para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, llamó a apostar por el "motor verde" para colocar a la industria automóvil europea en una mejor posición ante la presión de China y Estados Unidos.
"No nos podemos quedar llorando de brazos cruzados", dijo Ribera en una conversación pública con el presidente de EFE, Miguel Ángel Oliver, con motivo de la conmemoración de más de medio siglo de la agencia en Bruselas.
La vicepresidenta comunitaria se refirió en concreto al sector de la automoción y consideró "bueno" para el planeta el impulso de fabricantes de coches eléctricos de Estados Unidos, como Tesla, y especialmente de China, como BYD, porque se necesita una industria con "alta calidad en las prestaciones, precios asequibles, menos emisiones...".
"Quienes se empeñan en decir que hay que destruir la agenda verde (...) quieren quedarse en un rincón empobrecidos", señaló la socialdemócrata española, quien subrayó que el éxito de los eléctricos chinos responde a una "estrategia marcada hace 20 años".
El automóvil para Ribera
En ese sentido indicó que es "capital que la industria europea esté bien posicionada" y defendió una "industria europea que cumple con unos estándares sociales y medioambientales elevados".
Al mismo tiempo, y en referencia a los aranceles que la Comisión ha impuesto a la importación de vehículos eléctricos de China, Ribera dijo que hay que evitar que las marcas europeas se vean "en desventaja con un competidor en una situación tramposa porque tenga ayudas de Estado ilegales o similares".
"Tenemos la sensación de ser el relleno de un bocadillo, unos achuchando por un lado, otros por otros, y nosotros los aburridos que reivindicamos la ética, la coherencia, el respeto a las reglas, la transparencia...", añadió la vicepresidenta comunitaria.
Subrayó que es "extraordinariamente importante" defender esos conceptos y destacó que "no sólo con tanques" se defiende el proyecto europeo, sino también "acompañando a nuestra industria" e identificando "cuáles son las decisiones que pueden tener una capacidad tractora más potente", dijo con un guiño a las interconexiones energéticas y redes de transporte.
La Comisión Europea ha propuesto, para aliviar a la industria automovilística ante la presión de Estados Unidos y China, más flexibilidad para los constructores en el recorte inmediato de CO2 en coches y furgonetas y medidas de corte proteccionista para blindar al sector.
La revisión legislativa, que aún debe de ser adoptada oficialmente por el Ejecutivo y validada por el Parlamento Europeo y por el Consejo de la UE (que representa a los Estados miembros), plantea que las marcas puedan alcanzar el recorte de CO2 del 15% respecto a 2021 en 2027, y no en 2025 como marca la ley adoptada la pasada legislatura comunitaria.
La iniciativa incluye también medidas para limitar la inversión extranjera y favorecer el "made in Europe" en la producción automovilística, entre otros puntos.
Verde Claro
25/03/2025