El fabricante de vehículos eléctricos Tesla ha dejado de aceptar pedidos en China para los sedanes Model S y los vehículos utilitarios deportivos Model X, ambos importados de Estados Unidos, después de que ambos países aumentaran los aranceles entre sí en plena guerra comercial.
China anunció el viernes que aumentará los aranceles sobre todos los productos estadounidenses al 125% a partir del 12 de abril, después de que el presidente Donald Trump impusiera un cargo equivalente diseñado para contrarrestar el déficit comercial de Estados Unidos y castigar a Pekín por tomar represalias contra los impuestos de importación estadounidenses.
La fábrica de Tesla en Shanghái solo fabrica los Model 3 y Model Y, y la mayoría se venden en China o se exportan a otras partes de Asia. La empresa perteneciente a Elon Musk elabora sus vehículos Model S y el Model X en Fremont, California.
El Model S y el Model X representan solo una pequeña parte de las ventas de Tesla en China, con algo menos de 2.000 vehículos el año pasado, frente a los 661.820 del Model 3 y el Model Y, según datos del Centro de Investigación y Tecnología Automovilística de China.
Las ventas de Tesla
Aunque perder el Model S y el X no supondría un duro golpe para las ventas de Tesla en el mayor mercado automovilístico del mundo, sí sería un revés para la ya tambaleante posición de la compañía en China.
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